BREVE HISTORIA
Aranjuez es un municipio y ciudad española en el extremo sur de la Comunidad de Madrid, cuyo término se encuentra atravesado por los ríos Tajo y Jarama.
Es uno de los Reales Sitios de la Corona de España desde que Felipe II así lo nombrara en 1560, aunque posee además el título de villa desde 1899, razón por la cual el municipio es conocido como «Real Sitio y Villa de Aranjuez»
La ciudad es conocida por su Palacio Real, sus jardines y por el trazado cuadricular de sus calles y sus huertas de fresas y espárragos, además de por haber servido de inspiración al compositor Joaquín Rodrigo para su Concierto de Aranjuez, y por el llamado motín de Aranjuez, que tuvo lugar en dicha localidad en 1808, y que terminó con la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernando VII. El Paisaje cultural de Aranjuez fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.
TURISMO
Antigua Carretera de Andalucia s/n
Tel. 91 891 04 27
Horario de 10:00 a 18:00 horas de lunes a domingo (Puede tener cambios, dependiendo la afluencia turística y la época del año).
Todo el conjunto fue acompañado por ocho bancos de piedra y jarrones emplazados en altos pedestales. Todo el jardín se encuentra cercado por una verja de hierro que sustituye a una antigua de madera que había en su origen, para proteger los arbustos y las flores plantados.
Sin embargo, fue Fernando VI quien mandó construir una capilla dedicada a San Antonio de Padua.
La construcción de esta iglesia se finalizó bajo el reinado de Carlos III, por lo que podemos observar una gran variedad de estilos en ella, aunque la influencia predominantemente italiana la podemos apreciar en su planta circular centralizada, destacada por su cúpula. El proyecto fue de Isidro González Velázquez y Santiago Bonavía en el siglo XVIII. En 1767, después de fallecer Bonavía y Juan Marquet fue el responsable de construir las galerías de arcos que unen a través de soportales a la Iglesia de San Antonio con la Casa de Infantes por un lado y la Casa de Caballeros y Oficios, por otro.
Durante la Guerra de Independencia esta iglesia fue utilizada como cuartel militar por las tropas napoleónicas.
Durante la Guerra Civil los pasos inferiores de los andenes sirvieron como refugio a los bombardeos. Tras la guerra, la estación, como otras muchas presentaba un estado lamentable y hubo que hacer arreglos en la mayoría de las instalaciones. Fue entonces cuando, rehabilitándola en los años 1989 y 1990, se hallaron unos mosaicos de Mario Maragliano, que datan de los inicios de esta estación y que quedaron ocultos durante la Guerra Civil. Este escultor italiano es también autor de los mosaicos existentes en el interior del vestíbulo central de la estación, que representan las letras MZA, las siglas de la compañía a la que perteneció la estación.
Tras la restauración la obra fue premiada por la Comunidad de Madrid en 1998
La plaza de toros se ha reformado en varias ocasiones, aunque siempre se ha respetado “su estructura clasicista”. Posee uno de los mayores ruedos de las plazas españolas, presentando un aforo de más de 8000 localidades. Su austero exterior oculta un rico tratamiento interior. Alberga su magnifico museo taurino, visitado por numerosos turistas nacionales y extranjeros. Es escenario de espectáculos taurinos de primerísimo orden coincidentes con la festividad de San Fernando en mayo y con las Fiestas del Motín en septiembre.
Incendiado en 1808 durante la etapa de dominación francesa, el edificio fue restaurado a comienzos de la década de 1830 por el arquitecto Isidro González Velázquez. En 1985 pasaron a ser propiedad de la Comunidad de Madrid, que las reformaría bajo proyecto de los arquitectos Enrique de Teresa y Juan José Echeverría en los años posteriores para albergar en ellas un centro cultural inaugurado en 1992 bajo el nombre «Centro Cultural Isabel de Farnesio».
En 1861 se duplicó el ala sur del edificio como colegio. Fue abandonado durante la Guerra de la Independencia, recuperando todos sus monjes en 1820, aunque con la desamortización de Mendizábal se abandona nuevamente. Ya en el reinado de Isabel II fue ocupado por monjas concepcionistas que en el siglo XX dejaron la enseñanza por la clausura.
Durante la Guerra Civil, el palacete es ocupado por las checas. Periodo en el que desaparece una importante biblioteca y pinacoteca, así como objetos y muebles de gran valor. Después de la guerra es alquilado al ejército. En 1966, el palacio sufre un incendio, perdiendo sus artísticos artesonados y quedando totalmente en ruinas. No es hasta los años 80 que un particular invierte en su reconstrucción, respetando su apariencia exterior inicial y adaptándolo interiormente a la vida moderna.
Todas tienen una estructura similar con un gran patio central y diversos pasillos donde la vida vecinal era continua pues todas las viviendas solían compartir las zonas de lavadero, cuartos de baño, postes para tender la ropa y la fuente.
A pesar de su apariencia natural, el Mar de Ontígola es una laguna artificial, cuyo origen fue el caz construido por Gonzalo Chacón, Alcalde Casa Palacio de Aranjuez, en el siglo XV aproximadamente. Pero fue durante el reinado de Felipe II cuando se encargo a Juan Bautista de Toledo y a Juan Herrera que construyesen un embalse para abastecer a los jardines y sus fuentes de agua. Además de su función abastecedora, el Mar de Ontígola era un lugar de recreo para la realeza española.
Una de las curiosidades que rodean a este humedal es que su agua es salada debido a la naturaleza del suelo que lo rodean (yeso y margas).
En 1994 se declaró Reserva Natural, ya que esta superficie de 635 hectáreas cuenta con una avifauna acuática muy importante y variada y ejemplos de mariposas endémicas en peligro de extinción. Por ello es un lugar idóneo para descubrir aves acuáticas y disfrutar de una ruta senderista llena de flora lacustre.
Sus coches de Madera, eran remolcados por su histórica locomotora de tipo Mikado.
Actualmente, circula una réplica exacta del ferrocarril antiguo, pero lo hace tan sólo en un corto periodo de tiempo, eso sí, recreando esos viajes que se llevaban a cabo en el siglo XIX. Las azafatas van ataviadas a la antigua usanza con trajes de corte decimonónico, obsequiando al viajero con ricos y famosos fresones de Aranjuez, acercándonos a esta ciudad de vida dinámica, amable y activa, para contemplar sus atractivos arquitectónicos y urbanísticos y su gran riqueza natural.
DONDE COMER
FIESTAS LOCALES